Patrimonio familiar una decisión de prioridad | Un negocio familiar, que posea múltiples intereses y un considerable patrimonio familiar, puede buscar los beneficios de estructuras que permitan administrar y gestionar dicho patrimonio familiar, y más importante aún, permitir su sucesión a futuras generaciones.
Existen múltiples herramientas que se utilizan para gestionar patrimonio familar, sin embargo, las más utilizadas son las fundaciones de interés privado y los fideicomisos.
Beneficios de la planificación y gestión del patrimonio familiar
Escoger entre una u otra estructura es una decisión personal y responde únicamente a las necesidades individuales. Cabe destacar que, aunque guardan algunas diferencias, ambas son efectivas y utilizadas tanto en Panamá como en jurisdicciones como las Islas Vírgenes Británicas, Bahamas, y Nevis.
La principal diferencia entre estos dos vehículos radica en que el fideicomiso es un acto jurídico entre una persona – fideicomitente – y una persona denominada el fiduciario.
Así el fideicomitente transfiere sus bienes para su gestión y administración conforme a las reglas que éste le imparta en el instrumento de fideicomiso. Bajo esta estructura, el fiduciario se convierte en el dueño legal de los bienes.
Por otro lado, la Fundación de Interés Privado son entidades jurídicas separadas, del mismo modo que una sociedad. Cuentan con un órgano administrativo denominado “consejo fundacional”, el cual debe estar conformado por un mínimo de tres personas naturales, o una persona jurídica, según la elección del fundador, quienes pueden tener cualquier nacionalidad e incluso pueden ser beneficiarios de la estructura.
Bajo ambas herramientas el objetivo es el mismo: Administrar y gestionar los bienes para los beneficiariosque permitan resguardar el patrimonio familiar.
¿Por qué organizar el patrimonio familiar?
Existen múltiples motivos por los que una persona o un grupo familiar busca organizar su patrimonio familiar utilizando estas estructuras.
Una de las principales es que se busca organizar la sucesión de bienes a las siguientes generaciones, bajo la premisa de dejar en orden el traspaso del patrimonio familiar en el que se han invertido años de arduo trabajo.
Otros motivos son el volumen de bienes o por un tema de seguridad personal por el que se busca resguardar el patrimonio familiar.
Independientemente de las circunstancias y de los vehículos que se utilicen, es importante tener claro que la planificación del patrimonio familiar no debe comenzar al final de la carrera o la vida del poseedor de los bienes, sino con mucha antelación.
No planificar el patrimonio familiar no debería ser la opción, ni tampoco caer en el grave error de hacerlo en el último momento o cuando no queda otra opción.
Este es un proceso extenso en que se consideran muchos elementos: conversaciones familiares, escoger las estructuras correctas y evaluarlas a medida que vaya transcurriendo el tiempo; entre otros aspectos.
Con una adecuada organización, gestión y fijación de objetivos, usted podrá asegurar con éxito su planificación sucesoria con la que podrá preservar el patrimonio familiar y diversificarlo.
De igual manera, integrar a este proceso a un experto en estos menesteres, aportará en gran medida una visión estratégica y objetiva sobre las formas adecuadas y efectivas para gestionar el patrimonio familiar.
Características del patrimonio familiar
- Es invisible: no puede ser sometido a un proceso de división.
- También es, inalienable: no puede ser colocado a la venta o enajenar
- Inembargable: este no puede ser objeto de un embargo.
- Ingravable: no podrá gravarse, salvo en el caso de servidumbre.
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